Hidalgotitlán, Ver. - En la década de 1990, un importante hallazgo arqueológico tuvo lugar en el cerro del Manatí, ubicado en Veracruz. Este descubrimiento reveló una zona de gran riqueza histórica y cultural perteneciente a la civilización olmeca. Sin embargo, la historia detrás de estos vestigios comenzó de manera fortuita, con la simple rutina de una mujer que acudía a lavar en los manantiales de la zona.

📌 Esta crónica fue realizada por los estudiantes LFVR y LMGR del Telebachillerato El Macayal, como parte de la asignatura de Ciencias de la Comunicación, en colaboración con Última Hora Hidalgotitlán. La información se obtuvo a través de entrevistas con personas originarias de la zona, quienes compartieron sus testimonios sobre este hallazgo histórico.

🔎 El hallazgo accidental

Todo comenzó cuando la señora Anastasia Villaseca, quien acostumbraba a lavar en la corriente del manantial, se tropezaba constantemente con una piedra que le lastimaba los pies. Decidida a evitar más accidentes, intentó removerla. Al escarbar, se dio cuenta de que no era una simple roca, sino una hacha de jade de aproximadamente tres a cuatro kilos de peso.

Sin conocer su valor real, la familia utilizó la pieza como herramienta, hasta que los hermanos Bruno y Fausto se percataron de su singularidad. Esto despertó la curiosidad de los habitantes, quienes comenzaron a escarbar en la zona con la esperanza de encontrar más objetos similares.

🗿 El descubrimiento de más piezas olmecas

A medida que avanzaban las excavaciones, los lugareños encontraron una gran variedad de objetos antiguos. Primero, hallaron más hachas de piedra, pero conforme profundizaban, empezaron a desenterrar figurillas olmecas de madera con barro. Sin embargo, estas piezas eran extremadamente frágiles y se desintegraban al entrar en contacto con el aire. Para evitarlo, las sumergieron en un cayuco con agua y lodo, logrando preservarlas por un tiempo.

El descubrimiento atrajo la atención de compradores, y muchas de las piezas fueron vendidas a precios irrisorios debido al desconocimiento de su verdadero valor arqueológico.

🏛️ Intervención de las autoridades y nuevos hallazgos

Al cabo de un año, antropólogos se enteraron de la situación y acudieron al lugar con documentos oficiales del gobierno. Equipados con herramientas especializadas, confirmaron que se trataba de un sitio arqueológico de gran relevancia. Con el uso de escáneres y otros dispositivos, descubrieron una gran cantidad de objetos enterrados.

Entre los hallazgos más destacados se encontraron:

✅Más hachas de diferentes tamaños y materiales

✅Figuras humanas tanto masculinas como femeninas, algunas con pinturas rojas en el rostro

✅Máscaras de oro

✅Bastones ceremoniales

✅Collares de jade

✅Osamentas olmecas

✅Pelotas de hule

✅Pequeñas esferas brillantes, que algunos creen podrían haber sido diamantes

Uno de los hallazgos más sorprendentes fue un collar hecho con estas pequeñas esferas, alcanzando aproximadamente tres metros de largo.

⚖️Impacto en la comunidad y controversia

El descubrimiento tuvo un impacto directo en la comunidad. Como parte de los trabajos arqueológicos, se introdujo el suministro eléctrico a la zona y se mejoró la carretera. Además, se planteó la idea de construir un museo en Macayal para resguardar los objetos encontrados.

Sin embargo, la iniciativa se vio frustrada por la corrupción y el saqueo. Algunos objetos desaparecieron en circunstancias sospechosas, y el proyecto del museo nunca se concretó. Eventualmente, el ejido intervino para evitar que continuaran los robos, y hoy en día, aunque la zona sigue resguardando valiosas piezas arqueológicas, muchas permanecen bajo la custodia de los dueños de las parcelas.

🌍 El legado del cerro del Manatí

A pesar de los saqueos y la falta de un museo oficial, el cerro del Manatí sigue siendo un sitio de gran importancia histórica. Los manantiales aún fluyen, y en el área se pueden encontrar vestigios de las antiguas piedras utilizadas por las mujeres para lavar. No obstante, la gran planada que una vez sirvió como campo deportivo olmeca ha desaparecido con el tiempo.

El hallazgo en el cerro del Manatí no solo reveló vestigios de la civilización olmeca, sino que también evidenció la necesidad de mayor protección y conservación del patrimonio cultural en México.

#ÚltimaHoraHidalgotitlán.